Rodrigo de Bastidas
Rodrigo Galván de Bastidas
Conquistador español
Rodrigo de Bastidas nació en Sevilla hacia el año de 1445.
Participó en el segundo viaje de Cristóbal Colón a las Indias en 1493. En octubre de 1501, zarpó desde Cádiz hacia el Nuevo Mundo con una expedición formada por expertos navegantes como Vasco Núñez de Balboa y el cartógrafo Juan de la Cosa, que ya había viajado hacia América con Alonso de Ojeda en 1499.
Recorrieron las costas de Venezuela hasta el cabo de La Vela, límite de la provincia venezolana. Navegando hacia el oeste, descubrió las costas de la actual Colombia, las bahías de Santa Marta, Cartagena y Cispatá, así como la desembocadura del río Magdalena. Rodrigo de Bastidas fue el primero en penetrar en el territorio hacia la Sierra Nevada de Santa Marta. Atravesó el golfo de Urabá y descubrió las costas del istmo de Panamá y los puertos de Retrete y Nombre de Dios.
Se le reconoció como hombre de trato amable con los indígenas. Acumuló oro en sus incursiones aunque a finales de 1501, al regresar a Santo Domingo, su nave naufragó perdiendo parte de las riquezas que transportaba. Francisco de Bobadilla, que llevó encadenado a Cristóbal Colón, procesó a Bastidas, aunque resultó absuelto al llegar a España en septiembre de 1502, donde además obtuvo una pensión vitalicia sobre los productos de Urabá y Cenú.
Recibió una nueva capitulación el 6 de noviembre de 1524 para fundar una ciudad entre el cabo de la Vela y el río Magdalena. En 1525, se fundó la ciudad de Santa Marta, la primera establecida en Colombia.
Su hijo, también llamado Rodrigo de Bastidas, fue el primer obispo de Venezuela y Puerto Rico.
Juan Villafuerte, su lugarteniente, dirigió una conspiración contra Bastidas ante la negativa de este para repartir riquezas. Herido en el intento de asesinato, intentó volver a La Española y falleció en Santiago de Cuba el 28 de julio de 1527. Sus restos se enterraron en la catedral de esta ciudad. Fueron exhumados por su hijo y llevados a Santo Domingo, siendo enterrados en la Catedral de Santa María la Menor junto a su esposa y su hijo. A mediados del siglo XX, los restos fueron finalmente trasladados a Santa Marta, donde reposan en la catedral de la ciudad.